EL VALLENATO Y EL NARCOTRAFICO
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El
caso de los artistas vallenatos en el escándalo de alias ‘Fritanga’
enciende el debate de las relaciones que ha tenido nuestro folclor
con el narcotráfico. Desde la famosa época de la ‘marimba’, con
El Gavilán Mayor a la cabeza, comenzó dicha influencia, al sucumbir
ante los caudales de dinero de los traficantes guajiros, quienes
dejaron una huella imborrable en cada saludo de esos discos
memorables. Pero ¿Por qué nuestro folclor siempre se ha visto
ligado a este flagelo que ha desangrado a la sociedad colombiana?,
simple, por complacencia de algunos de nuestros músicos, a quienes
les importa un ‘pito’ que estos malandros inunden las escuelas de
droga. Con tal de ganar plata, asumen la posición egoísta de no ver
nada, como acaba de suceder en el caso de alias ‘Fritanga’, en el
cual, los implicados ahora salen con el cuento reforzado de que no
sabían que ese ágape de una semana con día de tango, arcángeles,
festival de Río con garotas, bufett con una extensa variedad de
comidas, excepto fritanga, en una isla alquilada, era de un traqueto.
Sí como no, no nos crean tan pendejos, nuestros artistas olvidan a
veces que las cosas se devuelven y nadie está exento de un caso de
drogadicción en la familia.
Si
escuchamos discos por citar algunos, recordamos al famoso Samuel
Alarcón, Jimmmy Herrera, El Zambi y La Niña Beatriz, El Teniente
Néstor y muchos más, que para sentirse famosos por un día, pagaban
los saludos con fiestas, Rolex, vehículos y dólares, habrase visto
semejante corronchera. Los artistas están en libertad de cantarle a
quien les dé la gana y montarle la patrulla a quien les parezca, si
lo necesitan, también es cierto que no son autoridades para pedir
certificados de antecedentes a nadie. Pero aquí la cuestión es de
ética y principios, porque dejan por el suelo el buen nombre del
vallenato, si quieren seguir ensuciando su talento por plata y
perrateandose pueden hacerlo, pero que no se les olvide que al grupo
Niche por estar cantándole al cartel de Cali, se le acabó la
carrera y terminó encabezando la lista Clinton, o peor, a Facundo
Cabral lo mataron por estar al lado de un narco que se las tiraba de
empresario. Ahora que no vengan con el cuento de que si Luis Alfredo
Garavito ‘La Bestia’, sale mañana de la cárcel y quiere
festejar que violó y mató a más de 180 niños, hay que tocarle
porque está pagando.
Los
tiempos cambiaron y ahora la presión social es diferente, las épocas
en las que los traquetos eran venerados por sus extravagancias
cambiaron, ahora la sociedad, consciente del daño que han hecho, los
medios y las redes sociales, están más alerta con estos
“personajes” y son pocos los que se pueden camuflar sin ser
señalados, solo así llegaremos algún día, no sé si a acabarlos,
pero sí por lo menos a aislarlos. Además, los artistas y
representantes que hacen negociaciones con los narcos deben tener en
cuenta que pueden verses inmersos en delitos de complicidad,
enriquecimiento ilícito y otros, como manifestó el ex fiscal
Guillermo Mendoza Diago. No creo que por este episodio los artistas
vallenatos que les gusta tocarle a narcos dejen de hacerlo, pero sí,
que van a tener más cuidado porque saben que la sanción en esta
época es muy fuerte y la imagen por la que han luchado en años,
puede verse afectada en un minuto y derrumbarse como un castillo de
naipes.
Escrito
por: Jacobo Solano
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