A 8 años de su trágica muerte Kaleth Morales sigue despertando suspiros

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Compuso más de 100 canciones, sus melodías se escucharon en todo el país, fue el fundador de la ‘nueva ola’, tuvo dos hijos, miles de personas lo siguieron y tan solo alcanzó a vivir 21 años.
El 24 de agosto de 2005 el mundo parecía detenerse. El sol apenas arrojaba sus primeros rayos de luz cuando por la radio y televisión anunciaban una noticia de última hora: el ‘rey de la nueva ola’, Kaleth Morales, había muerto en un accidente automovilístico.

En ese momento las calles de las ciudades de la Costa Caribe estaban desoladas, así como el corazón de los miles de seguidores que Kaleth había logrado cautivar en tan poco tiempo.
Él, junto a su acordeonero JuanK Ricardo, necesitaron de solo ocho meses para ser el nuevo boom musical de Colombia. ‘Vivo en el limbo’ sería la canción que le daría el reconocimiento nacional y el título de rey.
Desde enero de 2005, cuando decidió unirse con JuanK su vida cambió por completo. Todas sus canciones se convirtieron en éxitos y ocho años después de su partida, su legado sigue vigente con sus hermanos ‘Los K Morales’.
Biografía
Kaleth Miguel Morales Troya nació en Valledupar el 9 de junio de 1984. Hijo del músico Miguel Morales y Nevis Troya. Con tan solo 12 años le pidió a su papá grabar una canción a dúo, la titularon ‘Tu forma de amar’.
Ese fue el primer paso que impulsaría a Kaleth a componer su primera canción. Se llamó ‘Historia de amor’, la escribió cuando tenía 17 años y tiempo después su progenitor, el gran juglar de la música vallenata, la grabó.
Katrinalieth Morales y Samuel Miguel Morales, sus dos hijos, fueron la gran inspiración de Kaleth.
Éxitos
No pasaría mucho tiempo para que en Valledupar se corriera la voz sobre el talento que tenía este joven para componer. Así, varios artistas le grabaron canciones que hoy por hoy siguen siendo clásicos del vallenato.
Letras como ‘Novios cruzados’ grabada por Los Diablitos; ‘No seré tu payaso’ por Los Gigantes del Vallenato; ‘Mi reina consentida’ e ‘Historia de amor’ por Miguel Morales; ‘No aguanta’ grabada por Luifer Cuello; ‘Amor de mi sabana’ y ‘Mary’ grabadas por Peter Manjares; ‘Mi seguidora y yo’, ‘Lo mejor para los dos’ (Todo de cabeza), ‘Destrozaste mi alma’ y ‘Me la juego toda’ en la voz de su gran amigo Silvestre Dangond fueron inspiraciones de Kaleth.
Él le ponía ritmo a un partido de béisbol, le cantaba a sus amores, le dedicaba canciones a “la tía universal” y hacía de sus despechos las mejores parrandas.
8 años ausente
Nadie se imaginó que su luz se apagaría tan pronto. Pero el día inevitablemente llegó. Camino a su hogar en Valledupar, el 23 de agosto de 2005, a las 5 de la tarde, Kaleth y su hermano Keyner sufrieron un accidente automovilístico.
Ambos fueron remitidos al Hospital de Nueva Granada y luego trasladados a Cartagena, donde Kaleth llegó en estado de coma de nivel de 3 en la Escala Glasgow.
El 24 de agosto, a las 8 de la mañana, anunciaron la muerte de Kaleth Morales.
Un día después los “kalethistas” se amontonaron a lado y lado de la vía que conecta a los departamentos de Bolívar, Magdalena y Cesar para unirse a la caravana que partió de Cartagena con la carroza fúnebre que llevaba a Kaleth al lugar donde nació.
A las 4 de la tarde llegaron a Valledupar y más de 8 mil personas se concentraban en las afueras de la ciudad para darle el último adiós al ‘rey de la nueva ola’.
Su sepelio solo se compara con el de los grandes de la música vallenata. En los días siguientes de aquel 24 de agosto solo se escuchó la voz de Kaleth, el más fiel recuerdo de su existencia.
Miguel Morales
Su padre Miguel Morales, vocalista de la agrupación Los Diablitos recuerda que Kaleth empezó a componer a los 17 años. “A mí me motivaba la forma de componer de mi hijo, por eso decidí grabar su primera canción. Él era muy romántico, de carácter fuerte, pero sensible en su forma de ser, de cantar y de componer”.
Para él no existe la menor duda de que su hijo fue un gran amigo, hermano, padre, “fue una gran persona”.
Sin embargo, no quería que fuera cantante y por eso lo obligó a estudiar Medicina en Cartagena.  “Pero un día llegué a Bucaramanga para una presentación. Había unas 4 mil personas y yo me sorprendí, hasta que una persona me dijo: “esto no es ni la mitad de lo que su hijo llenó ayer en su presentación”. Entonces llamé a mi esposa y le dije que cómo así que kaleth estaba tocando en Bucaramanga”.
Tal vez, ‘la nueva ola’ hoy seria diferente si Kaleth viviera. Él pensaba en grande, en evolucionar su música. Quería hacer grandes espectáculos de la talla de músicos como Juanes o Shakira, por eso entre sus planes estaba vivir en Estados Unidos. “Días antes del accidente me confesó que quería trabajar con Estéfano y Kike Santander”, dice su padre.
Miguel Morales recuerda el primer momento que escuchó ‘Vivo en el limbo’: “Yo estaba en Estados Unidos y cuando llegué a Cartagena escuché la canción en la calle. Al subirme al taxi la volví a oír. Le pregunté al taxista quién cantaba, y él me dijo: “es Kaleth Morales, el hijo de Miguel Morales”. El señor no me había reconocido y yo me quedé callado. Cuando llegué a Valledupar le dije que esa canción era fea, que eso no era vallenato. Él fue sincero y me dijo que quería marcar la diferencia, él quería que la gente notara la diferencia entre mi música y ‘la nueva ola’”.
Para este padre tan incondicional, ha sido muy difícil superar la pérdida de su hijo. La última vez que escuchó su voz fue dos horas antes cuando lo llamó y le dijo: “papá, voy llegando, prepárame un arroz de tortuga, como tú lo sabes hacer”.
Ahora Miguel Morales está escribiendo un libro sobre su hijo. Se llamará “Voz y talento” y espera lanzarlo el próximo año. Además, un reconocido canal de televisión está planeando hacer una novela basada en la vida de Kaleth.
Keyner Morales
“La noche que más recuerdo con Kaleth es la de un concierto en Barranquilla. Estábamos celebrando los 20 años de vida artística de mi papá. En tarima, mi padre dijo que quería que esa noche quedara en la historia de la dinastía Morales. Los tres: Kaleth, mi papá y yo cantamos ‘Que me puedas amar’”, recuerda Keyner, el hermano menor de Kaleth, quien también resultó gravemente herido en el accidente.
“Mi hermano en la tarima era sensacional, único. Era un artista completo, carismático. De él aprendí que a la vida siempre hay que sonreírle. A todo el que le pregunten por un recuerdo de Kaleth siempre dirán que su sonrisa fue la mejor”.
Para Keyner, lo que él hizo, en su momento, nadie lo había hecho. Bailaba en la tarima, se conectaba con el público y se inventó ‘el pase de la locura’, del ‘casa fantasma’, del ‘torero’.
“Kaleth fue quien abrió las puertas para que los nuevos artistas empezaran a hacer, más que un show musical, un show visual. Nos hizo saber que el artista debe ser íntegro, debe interactuar con la gente”.
Kanner Morales
Kanner estudiaba en Bogotá, mientras que su hermano triunfaba como cantante, por eso compartía poco tiempo con Kaleth, a diferencia de Keyner, que era parte de la agrupación.
Pero un día antes del accidente, Kanner vivió una experiencia con su hermano que jamás podrá olvidar. “Un día antes del accidente nos pusimos a jugar con unas espumas de carnaval. Él estaba lavando su carro y yo le robé una espuma. Corrimos por toda la calle jugando. Ese día sentí que estaba con mi hermano, el niño de tan solo 8 años”.
Una semana antes de su muerte, Kaleth le pidió a su papá hacer la pista de una canción que estaba grabando Miguel Morales. Se llama ‘Despertar contigo’.
“Dejó la pista lista antes de partir, por eso mi papá decidió hacer la canción como un dúo. En esa letra, parece que Kaleth se estuviera despidiendo”, dice Kanner con voz entrecortada.
JuanK Ricardo
JuanK Ricardo y Kaleth eran grandes amigos. Siempre que lo veía le decía: “tú vas a ser mi acordeonero”. Hasta que un día llegó a su casa y le pidió que formara parte de su agrupación vallenata.
“El 13 de enero de 2005 fue nuestro primer toque en Barranquilla y el 18 de febrero sacamos nuestra primera producción ‘La hora de la verdad’. En realidad fueron solo 8 meses de fama, solo 8 meses de carrera artística”.

JuanK reconoce que Kaleth siempre tuvo clara su meta. “Recuerdo que yo le decía que estábamos pegados en Cartagena y Barranquilla y él me respondía: “Yo quiero pegar en Bogotá y en toda Colombia”. Al mes ya sonábamos en todas las emisoras del país”.
El último gran concierto fue en la capital. Ese día cantaros frente a más de 40 mil espectadores. Los siguientes días fueron los últimos de su existencia.
El domingo, después de la presentación, Kaleth viajó de Bogotá a Cartagena en avión a buscar su camioneta. El resto de su recorrido, de regreso a Valledupar lo hizo por tierra, acompañado de su hermano Keyner.
“Me desperté el 24 de agosto, con la noticia de su muerte”, recuerda JuanK, quien actualmente hace parte de Los K Morales.
Silvestre Dangond
Ellos eran hermanos, amigos, compadres. La química entre Kaleth y Silvestre se notaba en cada presentación que hacían juntos.
“La amistad de nosotros comenzó en el Colegio EL Carmelo. Yo cursaba un año más que él, pero siempre nos encontrábamos en los eventos que hacía el colegio, o cuando nos castigaban por escandalosos y nos sacaban del salón de clases”, recuerda Silvestre entre risas.

Reconoce que uno de los mejores momentos al lado de su “compadre” fue en un concierto en La Guajira. Ahí Kaleth le dijo a Silvestre delante de todo su público que se consideraba silvestrista 101%.
Cuando Dangond escuchó por primera vez ‘Vivo en el limbo’ le expresó a su amigo que eso no era vallenato. “Le dije que se parecía mucho a una canción de Juan Gabriel, pero él me decía que le pusiera atención a la letra y al ritmo”.

A los días ya era un éxito musical en Cartagena y cuando Silvestre volvió a ver a Kaleth le hizo otro reclamo.
“Yo escuchaba el acordeón diferente, raro. Kaleth me confesó que la canción la había grabado en un estudio pequeño, a la carrera, que se le había ido algunos errores. Pero el éxito no distingue de raza, ni tecnología, ni de estrato, a la hora de convertirse en éxito”.

Silvestre dice que su amigo era un luchador, con sueños, con metas, que no le importaba nada, solo se dedicaba a hacer música sin importar lo que dijeran los críticos del género. “Era un guerrero, como yo, por eso compaginamos tanto”.
María Esperanza Arias H.
Especial del Diario El Espacio, en memoria del ‘rey de la nueva ola’ del vallenato, Kaleth Morales.

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